Primera traducción al idioma español del libro Las ciudades tentaculares, del poeta belga Émile Verhaeren (1855-1916), por parte del escritor y traductor Pedro Alcarria Viera y editado por Ediciones Vitruvio en mayo de 2022.
Tuve la fortuna de recitar uno de sus poemas en la presentación en Madrid de dicho poemario y comprobé que este libro me atraería, sin duda.
La ciudad se nos ofrece aquí como un monstruo que con sus tentáculos se va adueñando de campos y llanuras, pero que también trae consigo un progreso. Eso sí, no sin el sufrimiento del obrero ni sin la desaparición del paisaje idílico, cambiado por el humo de las fábricas y el bullicio de masas de nueva población que, como ola gigante, va tragándose los campos e inundando las calles.
Todo el nuevo mundo industrial, la locomotora, varias estatuas, espectáculos, el puerto, poco a poco, van atrapando al lector que se ve irremediablemente atraído por lo que en un principio le produce terror.
Si bien algunas expresiones nos resultarían lejanas a los lectores contemporáneos, Pedro Alcarria busca, en su traducción del poemario de Verhaeren, palabras que podamos comprender bien sin dejar de respetar la idea y el significado originales. Tarea nada sencilla y que su traductor parece conseguir con naturalidad y soltura.
Trágico final, sin embargo, el de Verhaeren, que falleció al ser atropellado por la locomotora a la que canta en sus poemas.
En conclusión, un texto muy interesante y una traducción muy acertada.
He disfrutado de su lectura y lo recomiendo para saborear buena poesía y, a un mismo tiempo, empaparnos de los acontecimientos de la época del autor.
Marisol Santiago.