martes, 31 de diciembre de 2019

Reflexión de Año Nuevo


Flores en la fuente

Escribimos, inspirados más en la oscuridad, en el silencio de ese reposo tan cercano a la muerte que es el sueño. La musa nos transformó en creadores noctámbulos para que apurásemos la existencia un poco más. Para que el deseo y la ilusión nos aparten del sudor frío y la asfixia de sabernos falibles y efímeros, con una fecha de caducidad escrita en nuestras entrañas y que tan solo la Dama Oscura conoce. Y así caminamos, aplastando flores junto al agua, observándolas marchitarse mientras tenían la salvación tan cerca, rechazando cada oportunidad, mientras la Dama nos aguarda con la certeza de que algún día dormiremos entre sus fríos brazos. No temblaré como niña con monstruos bajo la cama: la esperaré armada de sueños. No me rendiré hasta que ese día llegue. No seré tallo seco ni pétalo ahogado. Me dejaré llevar, entre el viento de la vida, hasta la tierra húmeda y germinaré entre esperanza y luz.




Feliz Año Nuevo 2020.
Marisol Santiago.

2 comentarios:

  1. Hermoso. Tan valiente, tan fuerte....

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    1. Supongo que vivir es un poco eso. Creo que cada uno tenemos un objetivo que cumplir. Morir siempre fue fácil. Lo complejo es luchar hasta que ese momento llegue. Muchas gracias, Rowan, por tu amable comentario.

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